DEBATE CANDIDATOS GOBERNACIÓN META 2015

DEBATE ENTRE EL ABURRIMIENTO, EL SUSTO, LA ANGUSTIA Y EL DESESPERO
(Pilar Romero Culma)
Uno a uno, llegaban los candidatos, los invitados y los medios. Esta vez no se trataba de buscar la mejor ubicación en el auditorio sino de mezclarse. No se podía portar publicidad ni elementos que hicieran alusión a un candidato o partido. Luis Carlos, el primero en llegar, como RinRin Renacuajo, muy tieso y muy majo. Se ubicó frente a la tarima en caso de que se le llamara de primero, sólo por unos minutos miraba en todas direcciones como esperando que nadie lo notara.
Pero lo notó su amigo Darío, quien llegara a hacerle compañía en actitud muy pretenciosa, a lo que Luis Carlos prestó gran atención. Luego de unos minutos, de algunos saludos de amigos que llegaban a brindar su apoyo, este par, ajenos a la actividad que se llevaría a cabo, no disimulaban su guardadito.
Marcela apareció en escena saludando muy cordialmente sin saber lo que le corría pierna arriba con este par. No se sentó junto a ellos, no se quiso mezclar como el resto. Mientras Emeterio y Felipe se echaban su último cuento, llegó el candidato más experto en el debate y la realidad de su entorno, don Carlitos, se sentó junto a este par, que ignorando si escuchaba o no su cuchicheo, sonreían y saludaban como reinas de belleza.
Por otro lado, mientras el lugar se llenaba de ansiosos espectadores de toda clase, el niño Hernán, llegó a buscar alguito caliente para los nervios. No se despegó de la aromática y los conocidos.
Estaban los que debían estar, los medios de comunicación, los espectadores, organizadores y el personal encargado de atenderlos a todos.
Ya en el altar, picota, atril o paredón, igual da cuando es un debate a puerta cerrada como el que se hacía; suenan tres himnos que a pesar de ser cantados por generaciones, sólo uno de los tres candidatos se supo completos, sobra decir que pollo fue. La cosa comenzó muy respetuosa y bien moderada. Pero con aire acondicionado y todo, se calienta el escenario, la primera ronda de preguntas muy relajadas y de respuesta muy familiar, dejaba ver que eso no era sino un precalentamiento. Otro par de rondas y Marcela por querer sobresalir hizo que el ogro Darío gruñera. Y así fue como Darío le da al moderador un documento en el que al parecer hay una denuncia de la procuraduría en contra el actual Mandatario Departamental por andar "politiquiando".
Se empiezan a venir abajo los debatientes, se apoderan de Darío el desespero por terminar e irse del lugar; el aburrimiento de Hernán, el susto de Luis Carlos y la Angustia de Marcela. En cambio Cano, ya por su edad y su experiencia en la lucha social, está por encima del bien y del mal, toda una lechuga, pero no por lo fresca.
Cuando finalmente se da la voz de cierre, los abrazos, las sonrisas y las gracias muy cordiales entre los candidatos, dejan en evidencia una vez más, que la política es más hipócrita que el hambre. La necesidad de figurar ante los ojos de todo el mundo como el candidato más opcionado, el más educado, el más noble, humilde y sencillo, es el mejor motivo para ser amigos los unos de los otros. Mientras posan para la foto oficial, el público asistente busca la salida, el moderador hace un anuncio parroquial que afirma le gustará a todos: “A la salida encontrarán un refrigerio, que bien caerá a todos luego de toda una mañana de tensión”. Como cosa rara, el hambre se apoderó de todos y el personal dedicado y preocupado por la comodidad de los asistentes termina una larga jornada.


maropirocu

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